jueves, 16 de junio de 2016

reflejos


Si la cara es el reflejo del alma por extensión motorista también lo pueden ser los cascos y hasta las chupas colmadas de parches. Pero hubo un piloto australiano que no se conformó con personalizar solo su atrezzo y en una época, a finales de los 70, donde los patrocinadores eran pocos y con un par de pegatinas en el depósito se daban por saldados los favores recibidos había mucho espacio libre por rellenar. Y donde todos solían finiquitar el asunto con su número rotulado en el carenado Vaughan Coburn fue un paso más allá y acudió al artista australiano Alan Puckett para que le pintara chicas molonas en poses sugerentes en el carenado de su Yamaha TZ. Todo cobra sentido si nos atenemos a que Coburn era considerado el piloto play-boy de las antípodas, la versión australiana de  Barry Sheene. Fueron varias las modelos que acompañaron al piloto a lo largo de varias temporadas en su carenado y hasta volaron en pelotas por el Tourist Trophy de 1979. 



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