viernes, 27 de febrero de 2015

Mancha Branca, pura armonía


El taller londinense de FlatRacer trabaja exclusivamente con BMW y en la linea más pura y sencilla de las Café Racers. Y aunque a simple vista se pueda interpretar que lo sencillo lleva menos trabajo que algunas de las interpretaciones cafeteras más eclécticas que pululan por ahí la realidad es bien distinta. Hay que niquelar los detalles y ser fiel al estilo lleva mucho curro. No es lo mismo interpretar una tendencia (y a veces añadir pegotes de cosecha propia) que conseguir la armonía absoluta sobre la linea más clásica. Con la Mancha Branca, un motor de R60/5 de 1972 subido a 800cc y montado sobre un chasis monolever de 1990, los ingleses se han tirado cinco años de transformación. El resultado es soberbio. Si quieres saber más de todo el proceso, exhaustivamente detallado, pásate por su ficha.  



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